Sin temor a equivocarme, casi cualquier cosa que sea clasificada dentro del esoterismo o que sea de origen místico oriental, puede ser catalogado dentro del New Age. Sectas locas que le lavan el cerebro a sus adeptos por medio de dietas demasiado bajas en proteínas y altas en carbohidratos, promesas de una vida mejor en el más allá y en el má$ acá. Medicinas milagrosas que curan cualquier tipo de males, ejercicios raros que combinados con filosofías chandálas prometen el adelgazamiento e inhibir el tabaquismo y el alcoholismo. Purificación de almas, chakras, chis o kis.
Brujos y Shamanes que ahuyentan todo tipo de espíritus malignos, curan envídias y mal de ojo, hacen limpias para que la suerte mejore. Astrólogos que siguen insistiendo en que lo suyo es una ciencia y que pueden predecir el futuro por medio del Zodiaco y conocer el pasado de cualquier desconocido, dando direcciones de como el crédulo ha de seguir su vida para obtener la buena fortuna. De igual forma sucede con la quiromancia (adivinación por medio de las líneas de las palmas de las manos), con la ouija y otros tantos productos de esta lucrativa industria.
Por increíble que parezca, el sincretismo religioso ha sido adoptado desde hace mucho por diversas religiones en el mundo, incluyendo a los cristianos, católicos, masones y budistas, por citar unos ejemplos. Las personas sin importar su condición social (para ser ignorante no es necesario carecer de dinero) recurren cada vez más a los brujos y a los guías espirituales o gurúes. En el mercado de Sonora en la capital de la República Mexicana se venden toda clase de “remedios” que tienen su origen tanto en la brujería, como en el vudú, el shamanismo, el espiritismo, la magia, el budismo en casi todas sus formas, el yoga, la meditación, filosofías karmicas y tántricas, la herbolaria de los ancestros mexicanos (la cual por cierto bien usada y administrada cura pero no es milagrosa) y la brujería cibernética.
Sí, también la brujería cibernética. En el mercado de Sonora en la capital se pueden conseguir pequeñas computadoras vudú, las cuales tienen la facultad de implantar un virus informático en la computadora objetivo por medio de la milagrosa magia que utilizan. Hay quienes venden semejantes estupideces. Y hay quienes las compran.
Ay, pero sí se puede predecir el futuro. Ya está probado por la ciencia, los Yotish en la India usan las ciencias exactas como las matemáticas y la astrología. Paty Chappoy Dixit.
Parece improbable que una persona que tiene el poder adquisitivo para tener una computadora personal, tenga al mismo tiempo ese tipo de creencias. Paradójicamente estamos llegando a la era de la tecnología abiertos a la posibilidad de integrarla a nuestras vidas, y a nuestras creencias. Así que tenemos portales en internet que nos ofrecen la posibilidad de saber el clima por medio de un satélite, y al mismo tiempo nos ofrece saber nuestro destino por medio de un horóscopo (que incluyen calendarios de todas partes del mundo como el Chino, el Azteca y el default, el Gregoriano). Sin embargo es un buen negocio, las ganancias que reportan las ventas de grupos/asociaciones/corporaciones como Shaya Michan están entre los miles de millones de dólares anuales. Centros “ashraam”, “yoga” y “espirituales”, venden productos alimenticios e incluyen en su mercadotecnia libros, cursos, videos y toda clase de parafernalia relacionada (si bien el Yoga es un ejercicio práctico y sano, que ayuda contra algunas dolencias físicas y musculares, eso no evita que se convierta en bastión de creencias absurdas promovidas por algunos vivales para aprovecharse de la buena voluntad de las personas).
El New Age y sus filosofías nos dicen que el mundo está por entrar en una era de paz y armonía, señalada por la astrología como la era de Acuario. Una vez dentro de la era de Acuario tendremos una nueva manera de vivir al crearse una nueva conciencia en el ser humano, por medio de esta nueva conciencia se crearán terapias a seguir para que el hombre se dé cuenta de sus poderes y entonces sabrá que no hay mas dios que él mismo. Cada hombre y cada mujer crean su propia verdad, y no hay bien ni mal. Toda experiencia es un paso hacia volverse uno mismo una deidad. Esto se consigue por medio de la enseñanza de un Gurú que a su vez recibe enseñanza de otros gurúes muertos o ángeles de otra dimensión. Estos Gurús tienen la misión de limpiar la conciencia de alguien para que en alguna vida de las tantas que ha tenido y tendrá (la reencarnación es parte fundamental de este movimiento), logre iluminarse y volverse como un dios disuelto en el cosmos divino del universo.
De tal modo que este movimiento que resulta ser un sincretismo religioso, político y filosófico, donde muy pocas cosas se podrían tomar a consideración (cómo la música y la preocupación por la ecología). Como podemos observar en la definición (algo escueta) el New Age de «nuevo» no tiene nada. Es más bien un regresar a las viejas creencias paganas y mezclarlas con un punto de vista posmodernista, pero aceptando al mismo tiempo la ciencia y la tecnología (cosa que resulta contradictoria tratando de tomar seriamente a la astrología). La meta como en todas las religiones es trascender primero el cuerpo material para llegar la espiritualidad (sea cual sea si bien es el paraíso, el nirvana o la disolución con el cosmos).